Por: Surisday Reyes Martínez
Fotografías: Néstor Martí
El desafío que supone el dibujo y la escultura resultó estimulante para Teresa Sánchez Bravo durante los estudios de nivel medio en la Academia de Artes Plásticas «San Alejandro». Su posterior inserción en el escenario artístico alemán le aportó nuevas experiencias en el ámbito de la Cerámica Escultórica. La artista y docente figura como la única graduada en Cuba de esa especialidad en 1989 por el Instituto de Arte de Berlín – Weissensee, Alemania. Desde entonces ha desarrollado un trabajo muy sólido en todas las modalidades del quehacer cerámico con particular énfasis en la línea escultórica e instalativa.
El llamado «tremendismo grotesco», entre lo figurativo y lo amorfo, caracteriza parte importante de su creación. Complejos, tal vez por desconocidos, son algunos de los términos que identifican las obras —de excelente realización técnica— cuya profundidad conceptual dilata la comprensión de los posibles significados. Ha logrado articular y consolidar planteamientos de honda reflexión en torno a la realidad social y el arte mismo. Ello se advierte desde sus obras iniciales y otras que se enmarcan en el último lustro del siglo XXI.
Teresa, siempre inquietante y cuestionadora, ha participado asiduamente en las Bienales de Cerámica desde principios de la década de los noventa del pasado siglo. En la convocatoria del año 2018 se presentó con Klein político. La pieza obtuvo el Premio «Alfredo Sosabravo». La creadora tomó como referente la superficie o botella de Klein y concibió una masa informe de la que brota un busto con la usual estética de este tipo de realizaciones. El aspecto puramente técnico sirvió de pretexto para hilar un discurso con un alto grado de complejidad, que interroga sobre lo social, lo político y hasta lo objetual.
Teresa Sánchez. Klein político, 2018. Pasta chamoteada, esmaltes 29 x 29 x 27 cm. (Premio «Alfredo Sosabravo». Bienal de Cerámica de ese año).
Asimismo, la artista no duda en sumarse a proyectos curatoriales u otros eventos que suponen el desarrollo de una idea en procesos de trabajo, mediados por el diálogo, la reflexión, el debate y la crítica. Integró la nómina de la muestra colectiva De lo cerámico, colateral a la 13 Bienal de La Habana en 2019. En aquella oportunidad, se definieron como nociones preliminares que lo cerámico comprendía propuestas que resultan del conocimiento de determinadas técnicas o participan del proceso que este quehacer requiere; emplean el barro en su estado puro o lo ya existente en la vida cotidiana realizado con cualquier tipo de arcilla, en función de materializar una idea o concepto. De ahí que, al explotar las posibilidades de este material en todas sus variantes, se obtendría como resultado un indudable objeto artístico que rebasaría las más ortodoxas clasificaciones de escultura, pintura, cerámica. Ello supondría entender la cerámica como medio y no solo como un fin en sí misma.
A partir de tales premisas curatoriales tomó sentido la instalación Némesis (2019). Se trató de volúmenes de arcilla que portaban además su propia ficha de inventario. Cada pieza fue realizada a partir de formas orgánicas que dialogaban con elementos figurativos propios de vasijas. El montaje sugería la habitual colocación organizada de los objetos de colección y museales en los anaqueles de sus propios depósitos. Pero, en esta oportunidad, se presentaba la obra bajo el criterio de «archivos al aire libre». Se propuso entonces una reflexión del medio cerámico sobre sí mismo. En este sentido, la artista planteó:
Las piezas cerámicas que componen la instalación articulan en su morfología las funciones que históricamente han caracterizado al medio cerámico. Las formas provenientes de la alfarería se imbrican con las escultóricas, de gran sugerencia figurativa y con tablillas cerámicas como ancestral soporte de información. La referencia al ordenamiento y la clasificación como preservación de información y construcción de la memoria apuntan a la misión del propio Museo y en general a todo intento de esquematizar las expresiones de libre creatividad.[1]
Teresa Sánchez. Némesis, 2019. Obra emplazada en la exposición De lo cerámico, dentro de la XIII Bienal de La Habana en 2019.
Estas interesantes formas han suscitado otras propuestas, cuyos contenidos se modifican de acuerdo a las articulaciones, disposiciones, nuevos emplazamientos y el significado de sus identificaciones. Es preciso subrayar que persiste la necesidad de experimentación en todo su quehacer lo que fundamenta cambios explícitos en el modo de discursar, no solo en la cerámica artística cubana, sino en el ámbito de la escultura y la instalación contemporáneas.
[1] Teresa Sánchez Bravo: De lo cerámico. Collage Ediciones, La Habana, Cuba, 2019.
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