En la “encrucijada” de 5 fotógrafas


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“Encrucijadas”, exposición colectiva en la Fototeca de Cuba que reunía las obras de cinco fotógrafas: May Reguera, Yailén Ruz, Leyssy O´Farrill, Mavel Valdés y Yanahara Mauri.

Por: Yenny Hernández Valdés | Fotografías: Maité Fernández Barroso.

 

El pasado 21 de junio se dieron cita en la Fototeca de Cuba cinco mujeres fotógrafas cubanas. Reunidas bajo la voluntad curatorial y social de expresar sus inquietudes y miradas en una muestra colectiva a propósito de la II Jornada Cubana por el Día Internacional de la mujer afrolatina, afrocaribeña y de la diáspora. “Encrucijadas”, reúne la poética de May Reguera, Yailen Ruz, Leyssy O´Farrill, Mavel Valdés y Yanahara Mauri; testimonio visual y discursivo de cinco artistas sobre la resiliencia y voluntad de la mujer en un contexto aun discriminatorio y racializado.

El Día Internacional de la mujer afrolatina, afrocaribeña y de la diáspora es también conocido como Día de la Mujer Afrodescendiente. Se celebra desde 1992 a raíz de un encuentro que sostuvieron en República Dominicana mujeres de diferentes países de América Latina y El Caribe, con el propósito de encontrar vías para erradicar y enfrentar la discriminación desde un marcado enfoque de género. Precisamente, la exposición colectiva “Encrucijadas” deviene en homenaje y cita para exaltar la lucha contra el racismo, el sexismo y la exclusión por economías desiguales.

May Reguera. Vida.

May Reguera, Yailen Ruz, Leyssy O´Farrill, Mavel Valdés y Yanahara Mauri apuestan por una provocación reflexiva que genere inquietudes y cuestionamientos al respecto de las luchas de las mujeres aún en la contemporaneidad. Desde una visión muy particular, con estéticas diversas entre sí, todas comparten esa voluntad de reafirmar(se) seres independientes, (auto)suficientes y competentes en su radio de acción y pensamiento, sujetos activos dentro de una sociedad que aún continúa anclada en ideologías retrógradas y sexistas.

Precisamente, el rejuego visual entre fotografías en blanco y negro, otras a color y una museografía concebida a partir de bloques visuales correspondientes a sus autoras, refuerzan ese sentido de diversidad en sus miradas, las cuales se extienden desde lo autorreferencial y la intimidad del hogar, pasando por las vicisitudes de la maternidad hasta asuntos de índole social sobre contextos heteronormativos que continúan ejerciendo presión.

Yailén Ruz. Donde habita la quimera II.

May Reguera nos hace partícipes de un proceso hermoso y doloroso al unísono: la maternidad y sus consecuencias, sobre todo para el cuerpo de la mujer, ese templo bello de Venus que se transforma por dentro y por fuera y asume una composición nueva para dar vida y protección a otro ser humano. Por su parte, Yailen Ruz nos invita a entrar al espacio íntimo de una maternidad lésbica y su cotidianidad en el cuidado de Pablo, un niño feliz que florece y crece en un contexto interpersonal donde no habita la racialidad ni la discriminación sexual. En esta misma línea, la obra de Yanahara Mauri nos genera más preguntas que respuestas a partir de una visualidad en sus fotografías que opta por el choque entre extremos: ¿Es hombre o mujer? ¿A qué género pertenecen? ¿Qué rol asumen de acuerdo al sexo o lo que está “estipulado” como sexo? ¿Hay cabida en la sociedad para “ellos”?

Yanahara Mauri. De ritos y otras historias.

Por otra parte, Leyssy O´Farrill y Mavel Valdés rebuscan en la cotidianidad y visualidad de la mujer afro, independientemente de accesorios, vestimentas o maquillajes. Leyssy O´Farrill se enfoca en cuestionar la violencia de género, el racismo, los derechos y políticas sociales desde lo autorreferencial; mientras que Mavel Valdés toma a la comunidad afrodescendiente como protagonista en sus obras y les ofrece un espacio estético pleno, a partir de gestos y sentimientos que devela con su lente.

Mavel Valdés. Nosotros.

“Encrucijadas” deviene entonces en espacio estético de confluencias, de tensiones a flor de piel donde trayectorias y miradas diversas se encuentran, reconocen e identifican. Son cinco fotógrafas, cinco miradas múltiples, cinco bloques discursivos que desafían posturas, pensamientos y rutinas consolidadas. Sirvan estas “encrucijadas” como metáforas de los espacios construidos y los que todavía quedan por construir entre/a partir/con/a favor de una apertura y flexibilización de diálogos y pensamientos completamente despojados de discriminación, racialidad, sexismo, pobrezas y segregación.


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